María y Chema. Chema y María.
O lo que es lo mismo, una boda con mezcla.
Con olor a monte y a dehesa, a río y a castillo.
Y con sabor a Sur, a sevillanas y a flamenco.
Una preciosa unión,
en la que la Sierra de Gredos fue testigo de excepción.
Una pareja excepcional, que empieza úna nueva vida en Sudáfrica
y a la que les deseamos toda la suerte del mundo.
